Tomado de: Batallas Metafísicas, Salvador Borrego E. 1988
El comunismo no es una ciencia política, supuesto que no resuelve para bien ningún problema político.
El comunismo no es una ciencia política, supuesto que no resuelve para bien ningún problema político.
No es una ciencia social, pues en vez de hacer más amable la vida de la sociedad, la esclaviza.
Tampoco es una lucha de clases. Se vale de la lucha de clases como instrumento para tomar el poder, pero una vez victorioso, sojuzga a todas las clases sociales.
No es sinceramente una filosofía humanista, puesto que con el mayor encarnecimiento elimina a los que se le oponen y también a los que se le podrían oponer en el futuro.
El comunismo habla de libertad y no da libertad; habla de igualdad y no da igualdad; habla de amor al pobre y lo vuelve más pobre al aprisionarlo en miles de controles; habla de democracia y no tolera ni una sombra de la voluntad popular.
¿Podría decirse que el comunismo es una ideología?... En rigor de verdad, tampoco. La ideología implica un anhelo de mejoramiento, de bien, que mediante la acción afín a un conjunto de ideas busca la realización de sus postulados. Si carece de esta premisa (de ideal) ya no puede llamarse lícitamente una ideología, aunque sea un sistema de ideas.
¿Podría considerarse que el conjunto de ideas -algunas muy ingeniosas- que mueven el hampa, constituyen una ideología? ¿Podría considerarse que las sagaces ideas que han desarrollado los traficantes de drogas son una ideología? Y las variadas ideas que se ponen en juego para cometer mil fraudes pueden pretender que se les eleve también a tal categoría?
El comunismo no ha avanzado porque contenga excelencias ideológicas, sino por la fuerza de su conspiración.
Por eso los países que han declarado que el comunismo está fuera de la ley han obrado justamente. Sólo han reconocido algo que es una realidad.
La libertad implica garantías para conservar su propia esencia -y hasta podría tolerar algo que se mutilara-, pero no puede legalizar lo que la destruya totalmente.
Ha sido un gran triunfo del comunismo haber logrado que se le considere como ideología y que se le dé beligerancia de tal, beligerancia ilícita, pues en realidad jamás ha triunfado como conjunto de ideas científicas y sociales, (como ideología) sino como un sistema de ideas de conspiración y conjura.
1 comentario:
Amen!!!
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